Sendero por laderas de laurisilva y fayal-brezal: Lomo de la cuesta, Marichal, Los Loros.

En azul el recorrido realizado.
La flecha en rojo indica el comienzo del sendero

En esta ocasión la caminata la hicimos Elena, Pepe, El fisco y yo. Aparcamos el furgón en la Calle del Helecho debajo de la casa de María del Carmen Correa (420m.) y bajamos por las casas de El Portal para bordeando el barranco dar con el comienzo del sendero. Sin duda fue un camino de importancia y bastante frecuentación como lo atestigua el empedrado de la calzada. El camino ancho y bien cuidado sube en su primer tramo sorteando bandas de viña, hayas, brezos y aceviños. Por este camino la gente de Vallehermoso subía “al alto” para desde el monte acceder a Alajeró o San Sebastián. Los que prefieran ir a otros pueblos elegían otras rutas.

Mi cuñado Pepe me va relatando todo mientras ascendemos por la ladera del Lomo de La Cuesta. No sé cómo se las arreglas para gesticular, hablar, caminar y respirar al tiempo. Conoce muy bien el camino porque cuando niño conducía casi a diario una yunta de vacas a pastar cerca de los terrenos que tenían en el Plan del Roquillo. Con un gesto señaló la ladera en la que su familia cultivaba chícharos, cebada, trigo y centeno. Hoy en día una tupida vegetación de árboles y arbustos silvestres apenas nos dejan apreciar algunas higueras y perales, ni tan siquiera podemos distinguir los paredones de piedra que conformaban la finca escalonada.

Pepe y Elena 

Marichal 

Algunos de los escalones del sendero fueron excavados en la roca. Mientras subimos apreciamos cómo el matorral va dejando paso a árboles de mayor porte. En El Roquillo una señal nos invita a ir en dirección a Marichal. No la seguimos y nos conformamos con apreciar desde la distancia el trazado del coqueto camino que sale desde la Banda de Las Rosas hasta la Presa de Marichal.

El fisco

Tengo que decir, que lo de Fisco es algo especial. Contra lo que se podría pensar por su apariencia, esta especie británica de ratón con pelos se adapta perfectamente a caminar por tierra y su gran resistencia le permite ir, a modo de perro pastor, adelantándose hasta donde está el primero del grupo para regresar corriendo hasta el último. Y en ese plan estuvo toda la caminata.

Cruce de caminos Cruz de la Cuesta

Nicho Cruz de la Cuesta

A buen ritmo y después de 40 minutos llegamos a la Cruz de La Cuesta (1.100m). Su nicho recibía en mayo a La Milagrosa y los vecinos de la Banda de Las Rosas guardaban de forma rotatoria a la virgen en sus casas hasta el siguiente año. El lugar es una atalaya que funciona como cruce de caminos ya que desde allí puedes optar a seguir el ascenso en dirección a La Laguna Grande cuyo inicio de sendero se adivina muy bien, aunque es posible que luego, conforme se avance, no esté tan cuidado. También se puede ir a la Presa de Marichal y la tercera opción es dirigirse hacia Los Loros.

Hicimos allí unas fotos del paisaje que divisábamos con el pueblo y el Roque Cano al fondo y nos decidimos a bajar a la Presa de Marichal. Pepe nos señaló los castañeros de su familia y nos hizo la boca agua contando lo dulces que eran las castañas tostaditas y lo bien que bajaban con vino nuevo.

Castañeros

Los Loros

Ermita del Carmen

Mural en Taller artesanal de
Pepe Correa

Luego nos encaminamos hacia Los Loros. En la bajada la vegetación de laurisilva – aceviños, loros, laureles, follaos etc. fue en aumento. Había más humedad y encontramos varios afloramientos de agua fresca. Dejamos atrás el desvío hacia la Presa de La Cuesta y nos acercamos a La Poyata donde conversamos con Pedro y sus hijos, los cuales tienen varias laderas plantadas de abundantes y variadas flores y frutales. Al cabo de unos metros observamos algo que resultó único para los tres. Una paloma rabiche estuvo durante varios segundos flotando en el aire con su blanca cola desplegada hasta posarse en unos mocaneros que estaban por encima de la casa rural Era vieja. Fue un regalo, porque aunque nosotros habíamos avistado muchas veces palomas de la laurisilva, coincidimos en éstas eran nerviosas y escurridizas y que su vuelo es tan rápido que difícilmente puedes disfrutar del mismo. Llegamos a la cabecera de Los Loros donde comienza la pista asfaltada que conecta con Vallehermoso casco y donde otro sendero conecta con La Meseta y la Vistita del Rosario. De todo esto nos informan varios paneles y señales, pero las sorpresas de este buen día de caminata no habían acabado. A pesar de la sequía el número de llanos cultivados es importante, notablemente mayor a años anteriores. Tan solo queda por retirar un pedazo del tronco del eucalipto centenario que presidía la plaza de la Ermita del Carmen y que hace unos meses se cayó de viejo.

En El Andén, antes de llegar Abuelo Ramón, una conocida casa de turismo rural,  nos desviamos unos cuantos metros por encima de la carretera para deleitarnos con un antiguo lagar medio excavado en la roca del que ya había desaparecido la viga y la piedra.

Antes de llegar a donde teniamos aparcado el coche pasamos por el taller de artesanía de Pepe Correa, sin lugar a dudas el mejor artesano de cestería de la isla.

 En resumen, algo más de dos horas de camino entretenido entre fayal-brezal y laderas de laurisilva, con abundantes encuentros con el rico repertorio etnográfico de nuestro pueblo.