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miércoles, 11 de enero de 2012

Turismo rural y la cooperación al desarrollo: La experiencia de ACANTUR en Marruecos.

La asociación TIGZIRT para la cultura y el desarrollo es una ONG que tiene su ámbito principal de actuación en Essaouira una de las 41 provincias de Marruecos. Sus componentes son mayoritariamente jóvenes estudiantes o recién titulados con orgullo de su ascendencia bereber y dispuestos a trabajar por mejorar las condiciones socioeconómicas de su pueblo y su territorio.

En la Asociación Canaria de Turismo Rural (ACANTUR) fue recibida una cordial invitación de TIGZIRT para desplazarnos a Marruecos y allí realizar un primer contacto y una valoración de la potencialidad de algunas zonas rurales de Essaouira en aras de posibilitar el desarrollo de iniciativas turísticas aprovechando sus riquezas naturales y humanas.
ACANTUR valoró muy positivamente la importancia del intercambio y buscó la financiación para afrontar los costes de desplazamiento hasta allí de dos miembros del equipo directivo, a principios del mes de noviembre. La visita estaba avalada por Radwan Khan, Cónsul Honorario de España en Essaouira.
Essaouira es una ciudad blanca y ocre de unos 80.000 habitantes, llena de murallas, antiguas fortificaciones y monumentos históricos, su Medina ya ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí tuvimos la oportunidad de alojarnos durante dos días en el exótico hotel Riad Al Madina, durante muchos años lugar de encuentro en los años sesenta de famosos (Orson Welles, Jimmy Hendrix, Leonard Cohen etc.) rockeros y bohemios. Nuestros anfitriones nos acompañaron a recorrer algunos de sus rincones para apreciar el valor de su comercio, gastronomía y patrimonio arquitectónico.
Ante un público mayoritariamente joven y muy atento expusimos los principales rasgos del turismo rural en Canarias y de la trayectoria de ACANTUR como entidad que aglutina más del 60% de la oferta alojativa existente. Igualmente se trataron aspectos relacionados con los actuales modelos de actuación propugnados por la Unión Europea para favorecer la implantación de procesos de desarrollo local caracterizados por la innovación, la participación y el enfoque ascendente.
Dedicamos un día a visitar diferentes núcleos rurales de Essaouira: Ait doud, Imin´Tlit, Kaouki etc. El paisaje vegetal del medio rural lo conformaban Thuyas, Tamarindos, eucaliptos y sobre todo arganes. Este último es un árbol superviviente de la era terciaria y tiene un gran interés económico al permitir con sus frutos la elaboración de un aceite consumible, dietético y muy afamado por su utilidad en el cuidado dermatológico. La elaboración de aceite de argán es realizado por mujeres que se organizan en cooperativas. En la Cooperativa de Kaouki apreciamos las fases del proceso de elaboración y supimos de los valores nutricionales y dietéticos de este “oro líquido” de Marruecos, con agradable sabor a avellana. Sentadas en el suelo con la espalda arqueada hacia delante nueve mujeres se enfrascaban durante nueve horas al día en partir con un callao de mar las cáscaras del argán para extraer su valiosa pepita. El jornal diario es de unos seis euros.
Al compartir té y comida con algunos responsables públicos de pequeñas comunidades rurales, aprendimos que los principales problemas que se exponían eran la falta de infraestructuras sanitarias y educativas. Por ejemplo el Rais de la Comunidad de Imin ´Tlit con 9.000 habitantes a una hora en coche de Essaouira, nos decía que no disponen de médico y son atendidos por una enfermera que no me atreví a preguntar si era titulada. No existe red de saneamiento ni de abastecimiento de agua potable. El año pasado perdieron su cosecha y sus animales debido a la sequía. Más del 70% de los municipios son rurales en Marruecos y en gran medida puede que esta sombría realidad sea compartida por buena parte de ellos.
Los cuarenta kilos de material escolar que Pedro Carreño, Presidente de ACANTUR y compañero de viaje, había desplazado desde Fuerteventura fue repartido entre los muchachos que acudían primero desconfiados y luego sonrientes hasta donde teníamos nuestros coches de alquiler.
Entre las construcciones más típicas que encontramos cabe destacar las riads, antiguas casas de piedra y barro, por lo general de planta rectangular, y que en las zonas urbanas se estructuran alrededor de un patio central con jardín o incluso con una fuente. Muchos europeos y algunos marroquíes invierten en el rescate de estas edificaciones para dedicarlas a alojamiento o incluso a residencia propia.
Ya en el terreno de las valoraciones y sugerencias, es de destacar en primer término el indiscutible valor y el gran potencial que encontramos en el grupo humano que constituye la asociación TIGZIRT. Tienen una formación académica y profesional bastante sólida así como la inequívoca voluntad de trabajar sobre los recursos endógenos de su territorio, en aras de propiciar la activación del tejido social y económico de la región. Y todo ello desde la conciencia y el claro reconocimiento identitario de la cultura bereber. En este sentido debemos recordar que la lengua indígena de Canarias procedía completamente del bereber y como indica el doctor en Filología por la Universidad de Añadir, Omar Ouakrim, sería de gran utilidad dar continuidad a las investigaciones sobre el sustrato lingüístico común que relaciona Canarias con el Norte de Africa. Aunque en Canarias nos identificamos como parte de la realidad y del pensamiento occidental europeo, es más que recomendable un esfuerzo para tender puentes de para acercarnos intelectual y económicamente a África, ya que en lo geográfico es más que evidente esta proximidad.
Marruecos para el año 2010 se plantea alcanzar la cifra de 10 millones de turistas. Dentro de estas previsiones el turismo de tipo rural supondría, lógicamente, un porcentaje muy reducido del total. Como en el modelo turístico implantado en su día en Canarias, la penetración del turismo de masas está siendo explosiva, alimentado por excelentes playas, buen clima, coste reducido de la mano de obra y abundante suelo urbanizable.
De este modo, la perspectiva más inmediata es la construcción de abundantes hoteles de máxima categoría en zonas de costa, lo cual debe ir de la mano de una urgente mejora de infraestructuras y servicios, especialmente los relacionados con la salud.
Es previsible que ello posibilitará, a medio y largo plazo, un claro aumento de las oportunidades para otro tipo de turismo relacionado con la naturaleza o la cultura. Ya en la actualidad Essaouira recibe una importante cantidad de turistas que responden al reclamo de sus encantos como ciudad-patrimonio. Igualmente se organizan excursiones de diverso tipo para conocer los rincones de la ciudad y sus zonas rurales.
Los riads infrautilizadas en las zonas rurales pueden convertirse en la principal tipología alojativa para un turismo alternativo. Muchas se han convertido ya en elegantes casas de huéspedes, en las que se sirven desayunos e incluso almuerzos por encargos. La estancia en un riad se nos mencionaba como una experiencia más rica que la de un hotel y con un precio equivalente, tuvimos el placer de comprobarlo.
Al analizar las posibilidades que tiene el desarrollo en Essaouira de un modelo de turismo rural, cultural y de naturaleza, siguiendo, en lo posible, patrones de la experiencia de la Asociación Canaria de Turismo Rural, cabe plantear que en Marruecos las posibilidades de apoyo administrativo y financiero para incentivar la rehabilitación de inmuebles son escasas. En Canarias los Fondos Comunitarios aportaron una inyección económica decisiva para este fin. Por otra parte, resulta difícil que los habitantes de zonas rurales puedan afrontar los costes de rehabilitación de antiguos inmuebles.
En Canarias dicha dificultad fue solventada merced a una mayor accesibilidad a financiación externa y al avenimiento de promotores con mayor capacidad de ahorro provenientes en muchos casos de núcleos urbanos cercanos.
La propiedad de los antiguos inmuebles está fragmentada entre muchos herederos. Los costes de rehabilitación son, por lo general, más reducidos que en Canarias, y además se ha contrastado que, una vez rehabilitadas, los riads adquieren superiores precios de alquiler que los hoteles o casas rurales de Canarias.
El paisaje, la artesanía, la gastronomía y la cultura de Essaouira son activos de enorme personalidad histórica y gran valor turístico. Tal es así que, con independencia del valor de otros componentes de la oferta, como los servicios y equipamientos, constituyen por sí mismos y aisladamente, argumentos suficientes para, captar y fidelizar cada vez más visitantes. Dicho esto, cabe añadir que la calidad de los servicios y los equipamientos de la zona deben mejorar sustancialmente en aras de garantizar estándares de calidad acorde a lo que demanda un mercado exigente, globalizado y competitivo.
Por último resaltar la innegable capacidad de los miembros de la asociación TIGZIRT para estructurar una oferta alojativa (ya existente) y organizar actividades de ocio (excursiones, visitas etc.). Sin embargo, no es previsible que tengan margen de maniobra para hacerlo a corto plazo, y con las debidas garantías de éxito. Al respecto ACANTUR está en disposición de llevar a cabo diversas acciones de asistencia técnica.



Este artículo es una actualización de uno inicialmente publicado en la revista digital ESEKEN. 05/01/2099

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